miércoles, 14 de marzo de 2012

"LOS RICOS MÁS RICOS Y LOS POBRES MÁS POBRES"


Las condiciones actuales en las que vive la mayoría de la población colombiana permiten ver en términos de consumo -específicamente de bienes de larga duración, a través del crédito-una disminución de la pobreza, además de los últimos resultados de las mediciones de esta (tanto la utilizada hasta el 2011 como la que se adoptara a partir de la fecha); pero estas conclusiones vislumbran la realidad, pues, la inequidad sigue aumentando y esto es el “quid” del problema.
TOMADA DEL ESPECTADOR.COM
Siendo el cuarto país en inequidad, no se puede caer en las trampas de la pobreza, ya que un Gini de 0.58 exige una solución a través de reformas estructurales que cambien el estado actual de las cosas.

Ciertamente es innegable que en valores absolutos las condiciones han mejorado, pues a diferencia de los comienzos del siglo pasado donde un porcentaje muy alto de la población no podía acceder a zapatos; hoy es una realidad que la mayoría de las personas los usa. Que no falta prácticamente en ningún hogar un inodoro o un televisor; pero esto fruto de las dinámicas propias de la producción. Se debe en gran medida al aumento exponencial de la productividad en la producción de estos bienes, y a que sus costos se han reducido vertiginosamente; empero esto no deja de ser un concepto nominal(relacionado al consumo), es decir, la cuestión no es la cantidad que se puede consumir sino la relación entre lo que consumen los de abajo y los de arriba, lo que Marx denominaría “…el salario relativo” que  “acusa la parte que se concede al trabajo directo de los valores creados por él, en proporción a la parte que se reserva el trabajo acumulado, el capital”.

Pues si bien el consumo vislumbra la realidad, lo que realmente la refleja es la distribución de la riqueza y del ingreso de un país que para nuestro caso, muestra que a pesar del incesante  aumento de la productividad de algunas industrias y el conflicto social originado especialmente por la necesidad de una redistribución de la tierra, hasta ahora no obtenida, la desigualdad es vigente, un “0,4% de los propietarios son dueños del 61% de las tierras del país”[1], el 20% de la población colombiana recibe el 62% de los ingresos anuales[2], es decir que a pesar de que se puede consumir; en proporciones reales siempre se consumirá mucho menos en la mayoría de los hogares colombianos de lo que se puede consumir en los selectas familias de la más alta clase "los ricos más ricos y los pobres más pobres".

Por lo tanto el problemas no es solo de consumo, sino de cuanto de lo que produce la gran mayoría de la población se queda en sus manos, así que disminuir la pobreza no es más que un calmante y lo que necesitamos es una aspirina que acabe con el dolor de cabeza (una reforma estructural tanto de la riqueza como del ingreso).
Finalmente diría Herbert Marcuse en el final de la utopía “apenas hay hoy…” “…un científico o un investigador digno de ser tomado en serio que se atreva a negar que con las fuerzas productivas técnicamente disponibles ya hoy es posible la eliminación material e intelectual del hambre y de la miseria, y que lo que hoy ocurre ha de atribuirse a la organización sociopolítica de la tierra”.



[1] Tomado de Seminario Antonio García Nossa: conflictos por la tierra en Colombia
[2] Tomado de la revista Perfil de Coyuntura Económica No. 9, Universidad de Antioquia, articulo Panorama actual de la pobreza desde la perspectiva del crecimiento económico y la distribución del ingreso en Colombia / Base de datos de la CEPAL. Información para el 2005 y Human Developmet Report 2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario