domingo, 15 de marzo de 2015

Desigualdad, otro mico en el PND

Leonardo Rojas*

Tomado de https://larpe1.files.wordpress.com/2011/11/8aeconomc3adapobreza11.jpg
La desigualdad se ha convertido desde hace dos años en un debate ecuménico, con la participación de destacados académicos, la deliberación provocada por la publicación de “El Capital en el Siglo XXI” de Thomas Piketty y la difusión de la World Top Incomes Database (WTID), quizá la recopilación más importante de su tipo hasta la actualidad, han contribuido a posicionar un tema que había perdido relevancia en la discusión económica desde la aparición de la escuela neoclásica, a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, pero además ha servido para desmentir “verdades” aceptadas prominentemente en la academia, como la hipótesis de Kusnetz quien afirmó que el crecimiento era la mejor apuesta para las economías, pues este tenía un comportamiento en forma de campana con respecto a la desigualdad, así que, conforme el crecimiento económico aumentaba, llegaría un punto en el cual la relación se invertiría y la desigualdad decrecería en relación al aumento del crecimiento económico. Esto ha sido refutado por Piketty (2013) Quien ha afirmado que la desigualdad es inherente al capitalismo[1].

En el transcurso del siglo XX se dejó de lado la discusión de la desigualdad, sin embargo a partir de los años 50s tomo relevancia en la academia la discusión de la pobreza, entendido esto como una discusión de valores absolutos, soslayando la pertinencia de la evaluación del mismo en términos relativos, de tal forma, que el interrogante frente a la estructura económica se apartó del camino, para dar espacio a asuntos particulares, sin generar una sujeción a los niveles estructurales.

En el marco de la construcción de la política pública para los próximos cuatro años Colombia no se ha quedado por fuera del Boom mundial[2], por tanto, el Gobierno Nacional ha vinculado el tema de la desigualdad, como uno de los “ejes nodales”, de lo que es la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018  titulado “Todos por un nuevo país, Paz, equidad y Educación”. En este artículo analizaremos el tercer apartado de las Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, titulado “Colombia más equitativa y sin pobreza extrema”.

En primer lugar es preciso realizar algunos apuntes sobre el diagnóstico realizado por el Gobierno Nacional, pues en sus planteamientos afirma que existe un cambio favorable en los indicadores de  desigualdad en los últimos 4 años; empero existen un par de aspectos que pueden implicar que este diagnóstico sea equivocado y que el problema de la desigualdad sea más agudo de lo estimado. Por un lado tenemos  el cambio en la metodología de la medición de la pobreza en 2011, que tiene repercusiones importantes en los actuales resultados, y por el otro, el empleo del coeficiente de Gini por ingresos como un indicador de la desigualdad puede ocultar la realidad del país.

En el 2011 el gobierno a través de la Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad (MESEP) implemento una nueva metodología de medición de la pobreza, este nuevo método conllevó gran controversia, pues implicaba una reducción bastante importante para el mismo año del porcentaje de pobreza en el país. La discusión no ha sido saldada del todo, sin embargo el DANE sigue utilizando esta metodología.

La diferencia sustancial entre la anterior y la nueva forma de medir la pobreza radica en el Coeficiente de Orshansky utilizado, pues los resultado para Colombia arrojan que el país cuenta con un coeficiente de 2,9, empero el coeficiente empleado por la MESEP fue de 2,4, que es el  promedio para América Latina. Según  Roberto Angulo (2011) el argumento para tomar esta decisión correspondió a una interpretación, en esta medida más que una decisión rigurosamente técnica, fue una cuestión de apreciación subjetiva, con importantes impactos políticos.

En la Grafica 1 podemos observar el comportamiento de la pobreza para la primera década del siglo XXI con cada una de las metodologías. Como se puede apreciar para el 2010 la diferencia de resultados entre la anterior y la nueva metodología es de aproximadamente 7 puntos porcentuales, lo que para la época significaba alrededor de  3,2 millones de personas. Ahora bien el DNP presenta una reducción de 10 p.p entre 2010-2014, por un lado podemos observar que ambas curvas coinciden en una tendencia decreciente, sin embargo la pendiente de la Anterior metodología es más reducida que la de la Nueva,  y dado que no existe ningún cambio significativo en este último cuatrienio puede anclarse la disminución más a un tema de medición que de comportamiento real de la variable.

Grafico 1. Medición de la Pobreza 2000-2010

Fuente: (Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad (Mesep), 2012)


Por otro lado se presenta el coeficiente de Gini por ingresos como un indicador de la desigualdad en el país, de tal forma que el DNP (2013) presenta una reducción del mismo para el 2010-2014 del “0,56 a 0,539”, sin embargo tal como lo argumenta  Juliana Londoño y Facundo Alvaredo (2014) este indicador solo refleja los promedios de una economía, y dadas estas características puede ocultar el comportamiento de los quintiles a los extremos de la muestra poblacional.

En este orden Londoño & Alvaredo (2014) concluyen que “Cuando los coeficientes de Gini basados en la encuesta se ajustan para tener en cuenta los ingresos superiores declarados en las declaraciones de renta, los niveles de desigualdad son mayores y la reducción de la desigualdad es menos pronunciada”. En este orden puede afirmarse que el diagnostico que realiza el DNP no genera menos que escepticismo.

Comportamiento de la desigualdad
Ahora bien, dado que el diagnóstico del DNP no es el más fehaciente, es importante revisar el comportamiento de la desigualdad en términos históricos, ´para ello emplearemos algunos de los resultados de Londoño & Alvaredo (2014). La metodología que utilizan estos autores emplea la WTID y el método construido por Piketty, analizar el comportamiento de los ingresos del 1% más elevado de la población.

En la Grafica 2 podemos observar el comportamiento de la participación del 1% con mayores ingresos de la población en el total del producto, entre 1993-2010, como se puede observar, si bien hay una reducción de esta participación entre 1996  y el 2000, entre el 2001-2003 tiene una leve recuperación, y a partir de 2004 inicia una tendencia creciente; aunque en el periodo existe una fluctuación, debe notarse que la participación nunca estuvo por debajo del 17% y luego de 17 años las condiciones de participación siguen intactas. Es decir en estas dos décadas la desigualdad se ha  mantenido estable.  

Grafica 2. Participación del 1% superior, 1993-2010

Fuente: (Londoño & Alvaredo, 2014, pág. 165)

La siguiente pregunta que impera ser respondida es ¿Cómo está compuesto el ingreso del 1% con los ingresos más elevados? En la Grafica 3 podemos observar el origen de los ingresos de este 1%, resulta supremamente revelador la relación directa que se puede evidenciar entre mayores ingresos, y el origen de estos en la propiedad sobre el capital o las rentas. Así pues, podemos observar que en el 1% de la población a medida que se asciende a el porcentaje de la población con los mayores ingresos, estos relacionan su origen en gran proporción con Negocios, alquileres y rentas del capital.

Grafico 3. Composición de los ingresos del 1% superior por fuente, 2010


Fuente: (Londoño & Alvaredo, 2014, pág. 168)

El DNP (2013) presenta que el 45% de los ingresos del 1% estudiado se explica por salarios; no obstante esto resulta ser una apreciación de poco impacto cuando se la compara con el 0,001% con más altos ingresos, de tal manera que Londoño & Alvaredo  (Londoño & Alvaredo, 2014) concluyen que “los individuos de muy alto ingreso son, en esencia, rentistas y capitalistas”

Dado este escenario es importante revisar la distribución funcional[3], ya que el porcentaje de la población con más alto ingreso, devenga el mismo producto de su propiedad sobre el capital. Mientras que un gran porcentaje de la población devenga sus ingresos producto de una relación laboral, de tal manera que la distribución del producto resulta ser bastante aclaradora sobre el fenómeno en Colombia.

En la Grafica 4 se puede observar como la remuneración al trabajo ha venido perdiendo participación en el PIB durante la última década, de tal manera que se puede acentuar la conclusión de Londoño & Alvaredo (2014), es decir quienes detentan la propiedad en Colombia son quienes mayor participación tienen sobre el ingreso total.

Una herramienta que se podría implementar para reducir la desigualdad en el país va de la mano de los impuestos; sin embargo, el panorama colombiano sigue siendo grave en este aspecto. Consecutivo con esta idea resulta una total desfachatez que el presidente Juan Manuel Santos haya afirmado en la conferencia de lanzamiento del libro de Piketty en Colombia, que la tributación “es el mecanismo para distribuir mejor el ingreso y la riqueza”, cuando el sistema tributario colombiano no afecta los ingresos de las personas que poseen el mayor porcentaje de estos, pero además la reforma tributaria del 2012 en vez de aumentar el gravamen a estas personas terminó reduciéndolos.

Grafico 4. Participación de la remuneración al trabajo en el PIB

Fuente: Construcción propia, datos DANE

La última reforma tributaria[4] crea la Contribución Empresarial para la Equidad(CREE) que fue proclamado por el Gobierno Nacional como una panacea, sin embargo el impuesto a la renta paso de 33% al 25%, además de que los parafiscales fueron eliminados[5], en términos reales no hay un aumento de la tributación por parte de los más ricos, sino todo lo contrario una caída de la misma.

En consecuencia el Gobierno parte de un diagnostico errado de la desigualdad en Colombia,  pues su medición no es la más acertada, tanto en esos términos como en los de pobreza, pero además las causas nunca son presentadas, lo que se puede vislumbrar es a través de su propuestas, que básicamente se enfocan en la movilidad social, y el acceso a algunos derechos básicos, que dada la historia del país, no garantizan una solución real (Se ha venido implementado un modelo de privatización y subsidio, en contraposición a un modelo de protección social real).

Es preciso decir que con los resultados expuestos hasta el momento, el tema de la desigualdad no está siendo utilizado más que de forma decorativa en el discurso del gobierno, pues el problema tal y como lo hemos expuesto no es de las oportunidades como lo presenta el Gobierno (movilidad social), sino de las “dotaciones iniciales” (propietarios de capital y rentistas vs asalariados), pretender generar igualdad de oportunidades, con la anterior salvedad, es profundizar y perpetuar la desigualdad histórica del país.




*Miembro del Colectivo de Economía.Estudiante de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional.
[1]No entraremos a discutir las conclusiones completas de Thomas Piketty (2013), pues en lo que respecta al tema de la desigualdad el mismo reconoce en la introducción de su libro que los primeros en ubicar el problema de la desigualdad se encuentran en los economistas clásicos. Ahora bien el mérito de este autor es retomar la discusión no saldada.
[2] Empero no se puede desligar este PND de y la inserción en el tema de la desigualdad a la dinámica  política que implica las negociaciones de paz que se dan en la Habana, Cuba.
[3] La distribución funcional corresponde a la participación tanto de la remuneración al capital, como la remuneración al trabajo en el producto total de una economía.
[4] La reforma tributaria del 2012 puede encontrase como la ley 1607 del 26 de diciembre del 2012.
[5] Los parafiscales se mantiene para los empleadores que pagan a sus empleados más de 10 salarios mínimos.

Bibliografía

Angulo, R. (09 de Octubre de 2011). La medición de la pobreza en Colombia: respuestas para el debate. Obtenido de Razón Pública: http://www.razonpublica.com/index.php/regiones-temas-31/2459-la-medicion-de-la-pobreza-en-colombia-respuestas-para-el-debate.html
Departamento Nacional de Planeación. (2013). Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.Bogotá D.C.
Londoño, J., & Alvaredo, F. (2014). Altos ingresos e impuesto de renta en Colombia, 1993-2010. Revista de Economía Institucional, 16(31), 157-194.
Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad (Mesep). (2012). Pobreza monetaria en Colombia: Nueva metodología y cifras 2002-2010. Bogotá D.C: DNP % DANE.
Piketty, T. (2013). El capital en el Siglo XX1 (Primera edición en español 2014 ed.). (E. Cazenave, & T. Isoard, Trads.) Bogotá, D.C: Fondo de Cultura Económica.


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