El 12 de Julio luego
de los resultados demoledores en contra de los paquetes de austeridad en el referéndum
del 5 de julio, Alexander Tsipras en una polémica decisión llega a un acuerdo
con la Troika y luego lleva este al parlamento Griego para ser aprobado. Las críticas
al primer ministro Griego han llovido desde los diferentes horizontes
ideológicos, pues el acuerdo para el rescate por un valor de 50.000 millones de
euros, implica que la deuda griega llegue a un nivel cercano al 200% de su PIB,
según datos del FMI, pero que además se tengan que asumir nuevas reformas de
austeridad criticadas fuertemente tanto por Tsipras, como por el partido en
gobierno.

Colectivo de Economía (CE): Algunos medios de comunicación han
proyectado, incluso la misma Troika, ha recriminado lo acontecido en Grecia
como algo único y aislado; sin embargo lo que pasa en Grecia parece tener
antecedentes en naciones tanto europeas como del resto del mundo ¿por qué lo
que pasa en Grecia no es algo nuevo?
Diego Guevara(DG):Lo que pasa en Grecia responde a lógica de los
últimos treinta años del sistema capitalista, donde básicamente los cambios en
términos de la política económica, tanto monetaria como fiscal han respondido a
los cambios en las formas como se financian los gobiernos, se puede percibir
esto a través de las constituciones de corte más neoliberal que han acudido a
que a los gobiernos se les prohíba financiarse con el Banco Central ante el
temor de la inflación y por eso los
gobiernos deben ir a los mercados financieros a endeudarse.
Esto ya es un tema de vieja data,
desde la crisis de la deuda en América Latina en los ochentas, cuando todos
los recursos de los petrodólares se reciclaban y se convertían a manera
de flujos financieros en la región.
CE: En ese orden ¿es posible percibir una evidencia de ello en
Colombia?
DG: De una u otra forma después de la ruptura de los noventa para
el caso colombiano, .prácticamente una
parte importante de la financiación del gobierno se da por endeudamiento, tanto
interno como externo, que en los últimos años se ha reemplazado para un país
como Colombia del externo al internos, pero en general es la forma en como los
gobiernos se financia, a través de deuda.
Este es el caso de Grecia, un
país que dentro de la unión monetaria ha recurrido frecuentemente a créditos
internacionales con el fondo monetario internacional, como con otros organismos
multilaterales , y el problema más grave
de Grecia es que cinco años después de su gran crisis y de aplicar
diferentes paquetes de austeridad y
reformas , la economía no ha despegado.
CE: Sin embargo hay casos donde los paquetes de austeridad ha
funcionado, es decir han coincidido con una recuperación económica, ¿a qué se
debe esto?
DG: Hay otros casos donde
después de ciertos paquetes de reformas de austeridad se encuentran este tipo
de resultados, como Colombia, que después de la crisis del noventa y nueve coincidió
con un momento temporal del aumento de
los precios de los comodities, la economía se recuperó; pero no podemos
pensar que sea porque las medidas de
austeridad que impuso el FMI en los
acuerdos ‘stand by’ hayan funcionado a la maravilla, eso no lo podemos decir.
Es decir, debemos recordar los
acuerdos monetarios del 2002 en los que
prácticamente se negoció reforma laboral, pensional, y de una u otra forma son reformas, que no han logrado el efecto
deseado y que el crecimiento del país, la recuperación del msmo no se ha dado como
respuestas a estas, porque vemos que frente a un momento nuevamente de crisis vuelven e insisten en las mismas
propuestas.
Es un problema global , es un problema de la presión de los
acreedores por siempre tener el pago de
la deuda , como una dimensión sagrada, por eso no es algo nuevo ni en Grecia,
ni en Latinoamérica, por eso si uno compara
las medidas que se piden en Grecia hoy
con las que se pedían en Colombia hace 15 años después de la crisis del
99 son prácticamente las mismas, y los puntos de esas reformas que en el 99 no
alcanzaron a pasar son en los que hoy se insisten, como eliminar cajas de
compensación , subir el IVA, son los
mismo temas que se discuten hoy en Grecia,
es un debate, y esa es una forma
de ver la economía, es la forma de la economía dominante para resolver los
problemas, porque se cree mucho en la austeridad.
CE: Ahora bien ¿qué características tiene Grecia que a diferencia de
otros países con altos niveles de endeudamiento la hayan hecho proclive a
entrar en esta crisis?
DG: Grecia al igual que algunos de los países de la periferia de
Europa, es un país cuya estructura
económica depende de un sector de
servicios y probablemente no tiene o ha
desmontado poco a poco, como gran parte del mundo, los sectores de
industria, que son que generan mucho más encadenamientos, y por ende aumentan
el nivel de empleo.
La particularidad en servicios de
un en enfoque alto en el turismo y no tener una política industrial como lo puede tener Alemania, es uno de los
puntos. Aun así la crisis griega no
puede verse como un problema aislado de Grecia, sino como todo un problema de
desbalances en la unión: por un lado Alemania con altos niveles de superávit
mientras que otros países poseen exacerbados niveles de déficit, es un problema
estructural que se ha acrecentado con la Eurozona dentro de la Unión Europea, ya que, es un grave problema tener una
política monetaria centralizada y tener una política fiscal descentralizada,
creo yo que esos son los dos grandes problemas de Grecia.
CE: Por otro lado los análisis se han desarrollado, desde la Troika,
abordando criterios técnicos y desde la política el análisis incluso podría profundizarse
más. Haciendo referencia a los últimos 30 años del capitalismo ¿puede
plantearse que La crisis griega es
producto de la financiarización?
DG: Definitivamente la crisis
de Grecia evidencia una dinámica fuerte de financiarización en las
finanzas públicas, la financiarización se puede entender desde muchas
perpectivas, en la dimensión productiva cuando una empresa genera más
rendimientos vía inversiones financieras que por medio de sus actividad principal; puede haber otra, en la manera en
que los hogares suplen la caída de los salarios mediante el endeudamiento, para mantener ritmos de
consumo similares; pero hay otra dimensión de la financiarización, que es la que nos atañe en
esta conversación, que es la de las finanzas públicas.
Cómo las finanzas de un gobierno
entran a ser presionadas por actores
financieros privados, este es un tema clave, que no siempre se analiza desde la
perspectiva de la financiarización. Los últimos treinta años del
capitalismo han estado marcados por
globalización en términos comerciales y financieros, por neoliberalismo y por
ese proceso que es subyacente a los dos
anteriores que es la financiarización, es decir, como ese auge de las finanzas
se toma todos los aspectos de la vida
inclusive las finanzas públicas, y como estas se ven sometidas a las presiones
de los acreedores financieros.
CE: Puntualmente ¿cómo se hace explicita la financiarización de las
finanzas públicas en el caso griego?
DG: Desde la política económica se establecen reglas fiscales muy
puntuales para que por encima de todo siempre se privilegie el pago del servicio de la deuda.
Lo que vemos en Grecia es claramente una
crisis de financiarización en su dimensión
de las finanza públicas, donde un
país, que de una u otra manera, no tiene
la soberanía en la emisión se ve completamente coaccionado por la
presión de los acreedores, que no están dispuestos a ceder ni a renegociar.
Incluso el FMI con todas sus orientaciones
ortodoxas estaba dispuesto a renegociar el tema
de la deuda, pero parece ser mucho más fuerte la influencia de las
elites financieras, que son las mismas elites que están en el poder político,
“poder financiero es poder político”, esto se puede ver con el ministro de
finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble,
y con las personas en el poder
del Banco Central Europeo, en la Comisión
Europea que tienen estrechos lazos con
Goldman Sach y otros tipos de bancas
de inversión que están muy interesadas en el tema de la deuda en Grecia,
por los niveles de rentabilidad.
CE: Luego de largos meses de resistencia y de un contundente resultado
del referéndum en contra del paquete de austeridad, ¿Quién gana y quien pierde
con este tercer memorando?
DG: Con este acuerdo que se
logra recientemente, se pierde un poco de poder político, pero en términos pragmáticos son realistas
para decir no queremos que haya una
crisis mucho más profunda, están firmando algo en lo que no están de acuerdo,
lo mencionaba incluso Tsipras, pero hay una pérdida de poder político, porque empiezan a notarse
rupturas dentro de la izquierda, dentro de un movimiento que se había
aglutinado alrededor del ´NO´.
Hay una pérdida de fuerza política, dentro de Grecia los neoliberales pueden estar mucho
más contentos con este tipo de acuerdos
que le mantiene de alguna u otra forma acceso a un mercado de capitales y sus
privilegios.
Yo lo percibo no necesariamente
como una derrota, pero si como la presión de los acreedores en su máxima expresión. Ganan los acreedores , gana Alemania, creo que un proyecto político en diferentes
latitudes de Europa empieza a percibir
las barreras a las que se tiene que enfrentar; es una situación
compleja, por ejemplo la juventud griega queda
con un sinsabor, hay mucha decepción en términos de este tema, no sé hasta qué punto sea justificable la
respuesta pragmática de Tsipras o si
hubiera podido asumir la responsabilidad política de salir del Euro y tomar los
planes que Varoufakis le proponía, tomar
lo bonos convertibles en Euros…
CE: ¿Qué pudo haber motivado a Tsipras a tomar esta controvertida
decisión?
DG: El balance es complejo, el último mes en Grecia implica unos
elementos políticos bastante complicados
de entender, Alexis Tsipras apuesta con el referéndum a tener el
respaldo del pueblo, para ir mucho más fuerte a la negociación y tratar de ir a
buscar algún tipo de concesión con los
acreedores, pero la apuesta le falló.
Su decisión política está
influenciada probablemente porque él no
quiere ser recordado como el hombre que saco a Grecia de la Unión Europea, él es consiente que salir de esta generaría
un periodo en el corto plazo de profunda crisis y seguramente él no está dispuesto afrontar esto
CE: Si bien en estos momentos el referéndum contempla la permanencia de
Grecia en la Zona Euro, ¿qué consecuencias puede tener la salida de esta en un
futuro inmediato?
DG: Una salida de Grecia puede abrir dos caminos, uno puede ser
minar la Unión Europea, talvez, la expulsión de unos de sus miembros puede
abrir la puerta para que otros gobiernos tomen el mismo camino. Dentro de ese
posible escenario puede darse que un país que salga de la Zona Euro y empiece
de cero, tenga un proyecto exitoso, y ese es en parte el miedo a que se desmorone
esas ciertas verdades de las políticas de la disciplina fiscal y de la austeridad,
creo que ese puede ser uno de los riesgos para la Troika, pero en el corto
plazo el drama en términos humanitarios, de nivel de empleo de acceso a los
bienes básicos puede ser muy difícil y
no sé quién políticamente esté dispuesto
asumir es costo.
No es solamente el tema de la
salida de la Zona Euro, y del ‘Grexit’ como lo denominan, en el largo plazo
podrían dar resultados éxitos las políticas alternativas, pero en el corto
plazo los costos son sumamente altos, ese creo fue el miedo que a Tsipras le
impidió tomar una decisión mucho más
radical, definitivamente el corto plazo con una salida de Grecia del Euro puede
ser igual o peor de dramático que las políticas
de austeridad.
CE: ¿Puede decirse entonces que Tsipras no tenía alternativa?
DG: Tsipras se encuentra totalmente maniatado, porque si se
continua con medidas de austeridad probablemente
vaya a llevar a la economía a mayores niveles de informalidad, pero va a seguir
teniendo flujos de capital va a tener acceso a los servicios financieros, con
una salida del Euro todo eso se bloquea
y en un corto plazo vienen tiempos muy difíciles.
Ahora la pregunta es quién está
dispuesto a responsabilizarse por un corto plazo con tiempos muy difíciles, y
empezar una recuperación con otro modelo
económico que no sea de la mano de la
austeridad, decía Néstor Kishner en Argentina
“hay vida después del FMI” y tienen
algunos experimentos interesantes que les han resultado y otras
variables que han tenido problemas, pero
para Tsipras no era una apuesta fácil, he sido insistente en el tema pero las
consecuencias en el corto plazo iban a ser difíciles, las consecuencias
humanitarias de la salida del Euro.
CE: ¿Existían alternativas, dentro del realismo económico, por fuera de
la Zona Euro?
DG: Las alternativas en el corto plazo son muy complejas, porque implican un sacrificio fuerte, sumir al país en una crisis mientras se
reestablecian, se reconfiguraban, poderes, entre ellas alternativas de volver a
la moneda anterior (Dracma), pero en términos prácticos y de momento, en un
país como Grecia, donde con la austeridad el desempleo está en el orden del
50%, inmediatamente después de la salida
del Euro esto es mucho más complejo, sin
embargo no hay aun mucha claridad en términos del realismo económico de esas
opciones, sobre todo por el costo
político.
De lo que si estoy seguro es que una salida de
Grecia de la Zona Euro generaría muchas dificultades al pueblo griego,
dificultades de movilidad a las personas que están en la Zona Euro y pueden ir
a trabajar a un país u otro, no conozco muchas más alternativas posibles dentro
de un realismo económico
CE: Por otro lado ¿es factible pensar otras alternativas al tercer
acuerdo sin salir de la Euro Zona, es decir, aún sin una política monetaria
explicita y soberana?
DG: La posibilidad inicial fue la que planteo Varoufakis todos
estos meses, de renegociar la deuda
de verificar que deuda es legítima y cuál
no, y de tratar de llegar a un acuerdo,
porque el gran debate de Varoufakis es que en una negociación siempre las dos
partes deben estar dispuestas a ceder,
sin embargo Grecia iba cediendo pero la
Troika nunca estuvo dispuesta a ceder absolutamente nada.
Un tipo como Varoufakis que políticamente está en la izquierda, que ha
sido muy crítico, y eso se puede leer en
sus textos, estaba dispuesto a ceder en
una reforma pensional… a ceder en algunos puntos, pero no en todo; empero la
negociación con los acreedores, con la Troika,
fue muy fuerte, no estuvieron dispuestos a ceder ningún punto, entonces,
desde el punto de vista de Varoufakis sin una renegociación no hay alternativa.
No hay certeza si bajo una
negociación más flexible se hubiese logrado construir una alternativa, porque
bajo este tercer acuerdo se vuelve a las políticas de hace cinco años y
solo en un par de años sabremos si
recuperaron a Grecia, o lo más grave aún, puede que los indicadores
macroeconómicos se recuperen, pero el
drama social que dejan es muy complejo en términos de formalidad, en términos
de desprotección social, creo que es mucho más complejo, no sé si haya más alternativa.
CE: Si el plan no es sostenible tanto en términos económicos como
sociales ¿es factible que Grecia entre en default y Tsipras sea el de la Rúa
europeo?
DG: Si Grecia ya está en
este acuerdo, con el gobierno de Syriza, si es que se logra mantener con una unidad requebrajada, con las
sanciones, que titulan que Syriza expulso
a los rebeldes de su gobierno, pero en la actitud nueva de Tsipras es posible que se pueda aceptar
un cuarto rescate, y por qué no, si en el momento más crítico cuando a través de un referendo el país dice que no,
y la presión de los acreedores hace que
el primer ministro se burle en la cara de la democracia, no vería porque
no pueda haber un cuarto paquete de
rescate que permita seguir en la dinámica del ‘rollover’ y de deuda para pagar más
deuda y mantener ese juego por unos años
más.
Dentro de esa lógica no vería un
default mucho más pronto, a no ser que un nuevo paquete de reformas genere un
movimiento social muy fuerte, incluso dentro del mismo Syriza, algunos de los
que votaron si al rescate ante un
movimiento social fuerte se radicalicen y digan que no , pero como están las circunstancias en este momento
yo diría que por lo pronto no es tan
visible, porque si aceptaron este plan, y ya algunos titulares dicen que ‘Grecia
ya no está en Default’ y si viene un nuevo plan de rescate.
Ya no va ser momento para que
haya mucha efervescencia, para que haya
un movimiento social mucho más fuerte, lo vimos con el ‘No’, lo vimos algunos
días después de la adaptación del nuevo paquete de medidas con protestas en algunas
zonas, pero no se dio manera masiva y
fuerte en Grecia, diría que en un
periodo menor a un año Grecia no se va a declarar en Default, creo que estarían
dispuestos aceptar un nuevo rescate, sea con este gobierno de izquierda o
con uno más a la derecha, a no ser que
las medidas sean mucho más agresivas, en
términos de elevar mucho más la edad de pensión, del nivel de privatizaciones y del ajuste , creo que
eso podría alterar los ánimos y probablemente puedan alterar las cosas, pero si
con una coalición de izquierda pasó lo
que pasó, estamos en el debate de qué tan fuerte es la
posición de los acreedores financieros, que incluso acorraló a un gobierno de izquierda en una forma tan
fuerte.
CE: Se ha especulado bastante incluso algunos críticos de la decisión
de Tsipras conminaron a Grecia a seguir los pasos de Argentina ¿es posible una
comparación entre los dos?
DG: En términos globales hay
un elemento comparable y es el miedo al default, a que el país pierda su calificación, a que el país
sea excluido de los mercados financieros internacionales. En términos de ese
análisis puede haber puntos comunes, en términos de que Argentina entra en
Default desafía a las instituciones multilaterales, pero años después logran
una renegociación con el 94% de los acreedores, ahí toma sentido el tema del después del
FMI; pero pensar esto para Grecia en los
mismos términos es complejo, porque Argentina tiene una infraestructura
industrial mucho más fuerte, es un país mucho más grande, con un recurso
importante como la soja que los levanto en estos años y les permitió tener ciertos
niveles de renegociación; cosa que en el caso de Grecia no es similar, no veo
una fuente principal en su PIB de
materias primas que les permita generar ese dinamismo.
La posibilidad de devaluar en Argentina
les permitió facilitar mucho más las
cosas, situación que Grecia no puede replicar,
entonces las condiciones macroeconómicas son diferentes, y creo que Argentina estaba en una
posición mucho más privilegiada, ya que el hecho de no tener un banco central,
de no poder devaluar, eso genera muchas dificultades en términos de decisiones,
ipso facto, en esos puntos del detalle
hacen que no sean situaciones muy comparables, más un país que está dentro de una unión monetaria pero
su política fiscal no es centralizada.
En el debate es pertinente observar a Estados Unidos, desde el Gobierno Central le pueden dar un rescate a uno de
sus estados, por la organización
federal, si la Unión Europea se hubiese consolidado como una confederación, sería
otra la historia, y es el lujo que tiene Estados Unidos, pero el caso de Grecia al compararlo con Argentina
tiene muchas diferencias, habrán puntos en comunes en términos del debate político del entrar en default, se pueden tomar elementos,
pero sería ya para una Grecia por fuera del Euro, creo que dentro de la eurozona no habrán
muchos caminos en común para tomar.
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*Magister en Ciencias Económicas, profesor universitario y Candidato a Doctor en Economía de la Universidad Nacional de Colombia.
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*Magister en Ciencias Económicas, profesor universitario y Candidato a Doctor en Economía de la Universidad Nacional de Colombia.
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